sombras, siempre con las sombras, siempre.
Tumbas a la noche, y después que se vuelvan tumbas, el frío de olvidarlas para siempre, para siempre, para siempre.
Nunca fue igual, una bola de piedra,
las notas salen solas de las mentes ajenas
una forma de exhalar todo ese de aire caliente en las venas
un golpe
una no da mas que una
te odio
te odio
te odio
para siempre
a mi también,
ninguna venganza es suficiente para cubrir el tiempo que se odió
con tierra negra
no hay
no son suficientes
por eso el cadáver está bailando arriba de la mesa
no lo quieren matar asusta a un montón de recuerdos y de fantasmas que vienen para siempre
todavía no, es lo mismo, dormir o vivir despierto un sueño
es lo mismo
no tenemos nada que ocultar
los ojos saben
ver siempre la verdad
está cuando se abre una puerta
y se ven los fondos
de una cuna
ya no ronda
ya estalló
un final entre dos mundos
nunca más volvió
en tres veces
pagaron millones de años luz
una necesidad
lar gar un dios al aire
seguir camino por volver
ahhh, mucho más después el clásico
“pero al final era lo mismo”
es ese el muerto que baila contento
arriba de una mesa
6 comentarios:
"sombras inutiles del valle,
los q llamaban
no aparecieron"
deborate a todos, gigante!
"De cuando en cuando y a lo lejos
hay que darse un baño de tumba...
y desde la tierra cerrada
mirar hacia arriba el orgullo.
Entonces se aprende a medir, se aprende a hablar, se aprende a
ser" (P. N.)
invernales ... (aunque ya no me visite se los dejo igual)
"Y en aquel pedacito de cielo
se quedó tu alegría"...
Linda canción la que eligió Coqui.
salutes invernales!
Tantas veces dicho el odio, lo prefiero antes de ser hecho, el odio, por sí mismo, bien se vale.
Este poema anda un tanto cargado, sigo y sigo por los otros, para ver qué se encuentra.
si, puede ser, puede ser
quizá el que esté cargado no sea sólo el poema
habrá que buscar algún antídoto para eso Coqui.
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